Tanto los hombres como las mujeres sacan partido de los productos lacteos semidesnatados y desnatados, reduciendo el riesgo de fracturas y protegiéndose contra los calambres musculares y la tensión alta. La mejor forma de ingerir la dosis recomendada en calcio, 800 a 1500 miligramos, es tomar una ración de algún alimento rico en este mineral. Además del calcio, la vitamina D es esencial para que los huesos estén sanos. Hoy en día se pueden disfrutar los beneficios de la leche sin las grasas que contienen, tomando leche y yogures desnatados.

leche en los corredores

Un vaso de leche desnatada contiene 300 miligramos de calcio y casi cualquier persona puede aprender a disfrutarla. Cuando se acostumbre a la leche baja en grasas, la leche entera le parecerá demasiado pesada.

Si padece de intolerancia a la lactosa o no le gustan los productos lácteos, coma más verduras para aumentar su ingestión de calcio. La leche de soya también es una buena fuente de este elemento, así como el salmón y las sardinas en lata.

La nutricionista Nancy Clark en su libro Sport Nutrition Guidebook defiende el consumo de la leche: no deja la boca seca, no provoca dolores estomacales, a menos que se padezca intolerancia a la lactosa, pero la falta de leche si puede provocar calambres musculares. Finalmente, beber grandes cantidades de leche no hace que los huesos rotos se curen antes.


Esta es una guía informativa y muy general, en ningún momento pretende reemplazar la visita al especialista, nuestra recomendación para llevar una dieta acorde a cada necesidad, es consultar al nutricionista.