El atleta estadounidense Jeff Galloway famoso por su método de correr-caminar para terminar maratones ha clasificado a los corredores en 5 etapas según su progreso, veamos cada una de ellas:

EL PRINCIPIANTE
Primera etapa: el comienzo de un hábito

Comienza con la inseguridad normal de alguien que ha dejado su inactividad para convertirse en una persona más sana y apta. Cada vez que sale a correr descubre un nuevo aspecto de si mismo, aspecto que en alguna forma debe ser integrado a su vida cotidiana. Generalmente existe una doble lucha interna y externa. Usted se enfrentará a muchos obstáculos al principio y puede sentirse tentado a volver a su mundo de paz. A veces no puede progresar tan rápido como lo esperaba, quiere resultados, pero si hace demasiado esfuerzo puede agotarse y al final dejarlo por frustración. Comience despacio, muchos principiantes se detienen y comienzan de nuevo 10 o 15 veces antes de tener el habito arraigado. Conforme progresa, encontrará dentro de si la fuerza y seguridad para seguir adelante, Al principio usted va “solo como visitante” a ese mundo especial cuando sale a correr, pero gradualmente empieza a cambiar y pronto se dará cuenta que se ha acostumbrado y el principiante se convierte en trotador.

etapas de un corredor

 

EL TROTADOR
Segunda etapa: entrada al nuevo mundo

El trotador se siente seguro al correr. Iniciar el entrenamiento diario puede ser difícil pero usted se ha adaptado, puede ser que lo intimiden los de “alto nivel” pero se ha dado cuenta de los beneficios de ingresar a este nuevo mundo. Las carreras de los trotadores son llenas de un gran contenido emocional, si deja de correr puede sentirse culpable, algo raro para el principiante. Los principiantes a menudo se quejan de que se aburren corriendo, los trotadores no encuentran este problema.

Un trotador rara vez lleva un plan o una meta, solo corre por el saludable entretenimiento y no siente la necesidad de mayores beneficios, corre cuando puede y hace lo que puede. Siguen consejos de un amigo de más experiencia lo que muchas veces termina en frustración o lesiones ya que no siguen planes adaptados a ellos. Cuando termina la gran carrera de competencia del año, usted puede perder la motivación de seguir adelante. Algunas veces un trotador se retira completamente de correr, pero por lo general comenzará de nuevo después de una prolongada suspensión.

 

EL COMPETIDOR
Tercera etapa: cuando la competición es la principal fuerza impulsora

Usted se convierte en competidor cuando empieza a planificar sus carreras como metas de competencia. Todo comienza sin suficiente conocimiento de causa. Después de unas cuantas carreras usted empieza a preguntarse que tan rápido hubiera podido correr si hubiera entrenado. Antes de saberlo, usted es presa de un impulso apremiante para correr más rápido, a expensas de disfrutar de correr. Usted se prepara, estudia, lee todo lo que pueda acerca de entrenamientos, de estiramientos de nutrición, etc y se vuelve experto en cada renglón, pone a prueba nuevas técnicas de entrenamiento. Ya no valora sus carreras cotidianas por su valor intrínseco; solo piensa en que tan bien esta preparado para obtener tiempos mejores, todas las competencias llegan a ser un reto para obtener una nueva marca personal.

Aunque ha leído muchas veces acerca de la necesidad del descanso, considera que su caso es especial, usted no necesita tanto tiempo de recuperación como los otros mortales. Durante semanas puede sentirse cansado la mayor parte del tiempo y tener problemas de sueño y con su círculo social, finalmente hace demasiado esfuerzo y se agota con lesiones, enfermedades o fatiga, y no puede o ya no quiere correr.

Al pensar que su cuerpo lo engaña (o que un receso por lesión es signo de debilidad), regresa a entrenar demasiado pronto, así, usted sufre nuevas lesiones y deja de participar en las verdaderas carreras por las que tanto se ha esforzado.

Cuando ha terminado la frustración, probablemnte comenzará a correr de nuevo, afortunadamente habrá aprendido la lección, volverá a comenzar y se abrirá de nuevo el camino.

No todos los trotadores pasan por esta etapa, muchos permanecen como trotadores y pasan directamente a la etapa de corredor.

etapas de un corredor

EL ATLETA
Cuarta etapa: Ser lo mejor que usted pueda ser

Como atletas, es más importante para usted el impulso para realizar sus posibilidades potenciales que coleccionar en forma apremiante records y trofeos. Para un atleta la victoria radica en la calidad del esfuerzo. Cuando usted corre ajustándose a su potencial, en un día determinado, significa victoria. Correr se transforma en su propio trabajo artístico.

Los atletas buscan la competencia, pero no con la intención de lograr una mejor clasificación o ejecución, buscan correr en la mejor forma posible, en todos sus detalles, y son recompensados, no fortuitamente, en carreras largas con mejores tiempos. Progresar gradualmente es más importante para un atleta que hacer el mejor tiempo en una determinada carrera. Ahora usted tiene un concepto subjetivo de lo que puede hacer.

La planeación es importante. El atleta es capaz de hacer revaloraciones continuas y puede cambiar sus metas de una semana a otra, usted sabe a donde va. Es posible que no sepa exactamente que vehiculo abordar pero sabe que llegará. Muchos atletas continúan desarrollándose y se desplazan a la etapa final que es la más gratificante: el corredor.

EL CORREDOR
Quinta etapa: la mejor de todas

La etapa final de la jornada de carrera combina los mejores elementos de fases anteriores. El corredor equilibra los componentes de la condición física, la competencia, el entrenamiento y la vida social, y mezcla las carreras con el resto de su vida. Puede haber épocas que el corredor regrese a una etapa anterior, pero son solo momento transitorios que encajan armónicamente. El corredor es una persona feliz.

Como corredor el objetivo primordial de su vida no es correr. Este objetivo puede ser la familia, los amigos, el trabajo, y a menudo es una mezcla de muchas cosas. Correr es ahora una parte natural de su programa cotidiano, como lo es comer, dormir o hablar. Usted sabe que lograra esa carrera del día, aunque quizá no sepa cuando. Cuando deja de asistir a una carrera no se angustia. En realidad no falla a muchas durante el año. Una competencia no es sagrada.

Como corredor, disfrutará correr acompañado de otras personas, pero la mayor parte de sus carreras las hará solo. Aprecia la paz e intima meditación que le proporciona su correr solitario, más de lo que hacia en etapas anteriores.

Por sus regresiones a otras etapas posiblemente se lesionará pero sabrá diferenciar entre un dolor ordinario y un problema y se detendrá, sacrificará muchos entrenamientos y carreras esperando que sane una lesión.

Como corredor experimenta y disfruta cada etapa. Puede vivir de nuevo la emoción que descubre el principiante, apreciar el equilibrio de la condición física del trotador y su entusiasmo, compartir la ambición del competidor e incorporar la búsqueda de un atleta.

Adaptado de texto del profesor JEFF GALLOWAY
Más información en http://www.jeffgalloway.com/