Haz que tus palabras mágicas sean mágicas

Como en cualquier programa, debes tener una pauta de entrenamiento continuo para desarrollar y ajustar esas respuestas. Las palabras no son mágicas por si mismas. Cobran vida y hacen conexiones mejores si las asocias con experiencias en las que superaste problemas específicos. Cuantas más experiencias, más magia.

  1. Has una lista de los aspectos más difíciles para los que podrías utilizar alguna fuerza interior: relajación, motivación, continuar en la adversidad, etc.
  2. Revisa en eventos pasados como has podido superar cada aspecto basándose en ejemplos concretos de experiencias vividas.
  3. Asocia una palabra o una frase clave a cada experiencia. Cuantas más experiencias hayas catalogado bajo cada clave, mayor será su efecto.
  4. Cada vez que te enfrentas y superas cada problema súmalo a la lista asociado a cada palabra clave.

A medida que añades más experiencias, la magia de las palabras se hace más fuerte. Estás entrenando tu mente para poner en funcionamiento la misma serie compleja de reacciones que otras veces te dieron resultado.

Utilízalas cuando las necesites para eliminar la presión y recuperar la confianza. Añade otras palabras clave y los pensamientos correspondientes que para ti tienen sentido. Elimina los elementos que no te funcionan. Debes moldearlos para que encajen a tus necesidades. Es una tarea muy personal.

Ejemplos de pensamientos mágicos

Esto es solo una muestra de palabras y frases que te pueden ayudar en los momentos más difíciles, crea los tuyos, elabora una lista y déjala en un lugar donde la puedas ver constantemente al entrenar o al preparar una carrera.

Relajación

- No estoy tenso; estoy aquí para pasarlo bien.
- Voy despacio. Si me resulta duro iré más despacio
- Formo parte de un movimiento muy positivo.

Fuerza

- Me siento bien conmigo mismo y con lo que hago
- Se lo que hago cuando salgo a correr
- Esta experiencia me da dominio sobre mi mismo

Realización

- He alcanzado este nivel de forma fisica y estoy muy orgulloso de él.
- Con cada paso voy mejorando.

Estoy reservando energías

- Tengo todo el día: ¡Voy a disfrutarlo!

No tendré ningún problema

- Lo superaré
- Tengo todos los recursos que necesito
- El problema está cediendo; va desapareciendo

Músculos, ¡escúchenme!

- El músculo se esta relajando
- Estoy acortando la zancada y mantengo los pies bajos.

Me encantan las subidas

- Tengo fuerzas para subir esta cuesta despreocupado, pero las reservaré.
- La montaña esta trabajando conmigo para hacerme subir.

¡Estoy llegando!

- Estoy cansado pero con fuerzas
- Me siento mejor
- Estoy cansado pero orgulloso
- Se acerca el premio
- ¡Muy pocas personas pueden hacerlo! ¡Y yo lo estoy haciendo!

No debes ceder ante ningún mensaje negativo que te llegue cuando estés estresado. Centrándote en lo positivo, mantendrás el control. Lo que cuenta es lo que pones en el primer plano de tus pensamientos.

Te invitamos a crear tus propios mensajes de motivación y compartirlos con toda la comunidad de corredores, quizás tu mensaje le sirva a otro atleta.

 

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