La carrera más difícil de mi vida - Juan Carlos Rodríguez
- Detalles
Yo me puedo aplicar el perfume más costoso, la crema mas humectante o cualquier gel pero el único liquido que me hace sentir vivo es el sudor, y por tal motivo escogí una vida deportiva que me aleja de vicios además quiero ser multiplicador de este estilo de vida por eso decidí estudiar licenciatura en educación física.
Lo anterior porque mi familia ha padecido enfermedades cardiacas y cerebro vasculares he visto a mis abuelos en el hospital y a mi mamá en un estado lamentable por culpa de una trombosis, yo no quiero ocupar ese lugar en el hospital dentro de unos años y por tal motivo todos los días realizo actividad física. Desde hace un año empecé a participar en diferentes carreras de atletismo de larga duración, puesto que cuento con un excelente estado físico ya que soy árbitro de futbol Con el paso de los meses me he sentido mejor en cada carrera esto con base en la mejora de los tiempos. Desde niño observaba como en Ubaque (Cundinamarca) a 45 km de Bogotá, el pueblo en el que viví durante 8 años, se realizaba una carrera de cross-country pero nunca me animé a participar en ella debido a que de niño era un poco obeso.Con la convicción de cambiar ese amargo pasado me inscribí con el firme propósito de terminar la carrera en los primeros lugares.
Llego el día de la carrera, y yo estaba muy motivado ya que ésta iba a ser mi primera participación en el evento que tiene una tradición de muchos años. El día fue precioso con un sol radiante y el cielo completamente despejado, parecía que el destino me daba una buena bienvenida. El bus que me transportaba se demoro más de lo esperado, así que llegue tarde al punto de partida, no pude hacer un buen calentamiento hecho que más adelante lamentaría profundamente.La salida estaba repleta de espectadores motivo por el cual me sentí muy motivado.El juez dio la partida y los demás corredores salieron demasiado rápido yo sin pesarlo dos veces arranque al mismo ritmo. Con el paso de los kilómetros me mantuve en el lote de punta hasta que llegue, a un punto ubicado a unos 800 metros sobre el nivel del mar. En donde el recorrido empezaba a ser en una montaña, el clima en ese momento ya no era tan agradable, en verdad era infernal, me empezaban a salir ampollas en mis pies y sentía que la tierra me quemaba.
El recorrido era desconocido para mí, nunca me imagine que la mayor parte de la carrera era en subida así que al ver semejante montaña me desmoralicé. Empecé a reducir el ritmo de mi zancada, hasta que tuve que parar y caminar debido a que mis piernas se acalambraron, por no calentar para una exigencia física tan grande. Al estar en la mitad de montaña el clima parecía ser más caluroso, no miraba a nadie en el camino, en ese momento empezaron a pasar pensamientos negativos por mi mente, fruto del cansancio. Pensé en retirarme, de inmediato me dije a mi mismo: no puedes defraudar a los que creen en ti, y de inmediato volví a trotar con la firme convicción de terminar la carrera. Después de todo estaba más cerca de la meta que de la salida. Empecé a contemplar la exuberante belleza de la vegetación mientras trotaba, era como si la naturaleza me estuviera dando el apoyo de las personas ausentes. Luego de muchísimo esfuerzo llegue a una parte plana del recorrido en donde de nuevo aparecieron los espectadores, que para el atleta son el combustible que mueve las piernas.
Mi cuerpo empezaba a sentirse mucho mejor y empecé a recuperar el tiempo perdido en la montaña. Corría como el niño que camina por primera vez hacia los brazos de su madre. Me sentía revitalizado y entonces de nuevo apareció la subida. Ésta era, por una vía pavimentada, y alrededor de 5 kilómetros me separaban de la meta. Mientras subía pensaba en que yo ya era un ganador por el simple hecho de estar participando y llegar a la meta.Faltando un kilómetro de nuevo apareció el publico y me dije: este es el recibimiento del publico al ganador, aunque ya los tres primeros habían pasado la línea de meta.
Esos últimos metros son los que te motivan a pensar en la siguiente carrera en la que puedes participar sin importar el cansancio que sientes en ese momento. Al cruzar la línea de meta la satisfacción fue inmensa y después de unos minutos, el dolor en las piernas también. Llegue de octavo y a veinte minutos del ganador, para ser mi primera vez por ese trayecto considero que fue un excelente lugar. De inmediato analice mis falencias en el entrenamiento y como mejorar para participar en la siguiente edición del “Cross de la alegría Ubaquense”.
Para el otro año tengo el firme propósito de participar de nuevo y mejorar mi tiempo y posición. Ya que no solo vale con participar, debo aprovechar que estoy muy joven y buscar las posiciones del pódium. Llegó el momento de la premiación y pues solo hubo medalla, dinero en efectivo y trofeo para los 5 primeros, así que fue al restaurante de propiedad de mi tía y reclame mi premio: un delicioso piquete de cerdo con una cerveza helada, que aunque en exceso hace daño es muy placentero comerlo de vez en cuando, después a descansar. Y al otro día todo mi cuerpo me dolía desde el cuello hasta los pies. Por supuesto esto no me detiene para seguir participando en las diferentes carreras de atletismo que se realizan en el país. Ahora estoy ahorrando para comprarme una buena bici y empezar a practicar triatlón ya que junto al atletismo, me apasiona la natación y el ciclismo.
Juan Carlos Rodríguez