Del sedentarismo a correr en las maratones más grandes del mundo - Jorge Duarte
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Experiencias luego de 8 maratones y unas cuantas carreras más.
Hoy no me quiero referir a una competencia en particular, solo quiero contarles mis experiencias luego de haber participado en 8 maratones y unas cuantas carreras más, pasando por pruebas de 10 K, 15 k, Medias Maratones y algunos trails.
Como a casi todos los que hemos encontrado en el running una pasión después de los cuarenta años, a mí me llego debido a un diagnóstico temprano de diabetes tipo mellitus, producto de una desordenada vida; cigarrillo, licor, sedentarismo y una dieta inadecuada con una alta dosis de azúcar, carbohidratos simples, grasas, etc. Fue muy impactante para mi ese diagnóstico, realmente nunca pensé que me llegara a pasar, pero ahí estaba yo, con 42 años, 92 kg de peso (1,70 m de altura, o sea obesidad mórbida) y unos mareos solo controlables cambiando radicalmente mi estilo de vida, según lo recomendado por el endocrinólogo, el internista y la nutricionista.
Fue entonces cuando se me vino a la mente la idea de comprar una bicicleta para empezar a hacer deporte y de esta forma complementar el tratamiento impuesto por mi nutricionista, quien me revisaba 2 veces por semana un cuadro donde debía anotar todo lo que comía en las 5 tandas diarias de alimentación recomendada. No obstante, poco tiempo paso para entender que no se me sentía a gusto practicando deporte en una bicicleta, de hecho, al día de hoy aún me cuesta practicar en ella, aunque sea una recomendación de mi coach. Un día cualquiera, en un parque de Cedritos al norte de Bogotá, deje la bicicleta en un CAI al cuidado de un policía bachiller y comencé a rodar en una pista la cual no creo que tenga más de 150 m. A la semana ya podía correr sin parar 8 min y al mes ya había pasado a la cancha de básquet del parque, donde sin parar ya corría como mínimo 25 min al día, obviamente a un paso muy lento. Sin embargo, rápidamente comenzaron a verse los resultados y en un lapso de 4 a 5 meses ya había rebajado 22 kg, gracias a la estricta dieta alimentaria complementada con mi plan de entrenamiento básico.
Toda persona que me conocía y no me había visto en un par de semanas quedaba sorprendida con mi rápida pérdida de peso, el cual era tan evidente que pensaban que estaba enfermo, todo lo contrario, me sentía mejor que nunca. Debido a que mis músculos estaban demasiado flácidos, decidí combinar el running con el gimnasio y en menos de un año había no solo perdido mucho peso sino también muchos años, con cambios físicos realmente sorprendentes.
A pesar de conocer varias personas que practicaban el running con regularidad y además participaban en la MMB, la cual hasta ese entonces era lo más loco que me hubiera parecido hacer, no se me había pasado por mi mente siquiera competir en una prueba, así fuera de solo 1 km. Estando en el gimnasio conocí a mi amigo Javier Segura, quien un día me dijo: este domingo salgamos a correr por la ciclovía, el gimnasio me aburre todos los días. Acepté y en un domingo de mayo del año 2010 corrí por primera vez 12 km por una ciclovía, los cuales termine sin ningún tipo de cansancio más allá del normal que genera un ejercicio de este tipo a baja velocidad, pero lo más interesante de todo fue que me pareció el plan más bacano que había hecho desde el día que comencé corriendo en la pista de 150 m en el parque de Cedritos. Y fue así como comencé a correr regularmente con mi amigo los domingos, distancias que no superaban los 12 km y me gustaba tanto que decidí no ir al gym los miércoles y domingo y en su reemplazo practicar el running, así fuera solo.
Este mismo amigo, fue quien en julio de 2010 me propuso que corriéramos 10 km en la prueba de la MMB, propuesta que acepte de inmediato. Seguimos entrenando y el domingo 1 de agosto de 2010 competí por primera vez en una carrera oficial, haciendo 10 km en 1:02:00, excelente tiempo considerando los tiempos de mis entrenamientos de 12 km. Y fue así como se empezó a desencadenar una frenética carrera hacia lo que hoy considero, son los mejores años de mi vida junto a mi hobbie, correr alrededor del mundo. Vinieron al menos 3 pruebas de 10k, hasta que llego el mes de enero de 2011, fecha en la cual ya no fumaba, situación que me tenía muy contento, y por lo tanto me sentí preparado para participar en mi primera media maratón, la cual la corrí el último domingo del mes de enero de 2011, con un tiempo de 2:08:13, viaje que hice solo y con mucha ansiedad, pues era mi primera prueba en el exterior, a la cual pensé que era uno de los pocos colombianos que asistía y que en el avión que me llevo a Miami me di cuenta que el 90% de sus pasajeros iban a hacer lo mismo que yo a la Ciudad del Sol.
En ese año 2011 vino entonces la 15 k Colseguros (Hoy Allianz), mi primera Media Maratón de Bogotá donde mejore mi registro de Miami con 2:02:58, día en el que tome la decisión de prepararme para mi primera maratón, ya que un amigo runner de vieja data, de esos que yo catalogaba como loco, decidió correr ese año su primer maratón en Nueva York. Seguí participando en cuanta carrera aparecía, y en un viaje a Brasil, comencé oficialmente mi entrenamiento para mi primera maratón. Los Ángeles (California) fue el objetivo establecido: 18 de marzo de 2012. Para ese entonces me compre un aparatico llamado Adidascoach con el cual programe mi entrenamiento para este gran reto. Sin embargo, primera experiencia, el entrenamiento de un maratón no se improvisa, y el tema no es correr muchos kilómetros, el tema es saber cómo correrlos y como la mayoría de los principiantes 1 mes antes de la prueba tenía una lesión en mi bandeleta iliotibial izquierda, la cual oculte para que mi familia, quien ya se encontraba aburrida con tanto entrenamiento, no encontrara otro motivo para seguir dándome cantaleta por lo que ellos llamaban en ese entonces “obsesión”. Pero lesión es lesión, y esta volvió a aparecer el momento menos oportuno: km 24 de mi primera maratón, en donde tuve que caminar literalmente 18 km ¡!!!!!!!, ya que tenía que devolverme a Colombia con mi medalla. Ha sido la prueba más dura que he tenido desde que comencé con esta locura llamada running, una vez cruce la meta en 4:58:30 jure ante una cruz no volver a saber nada de este “hobbie”, sin embargo, una vez llegue a Colombia y me sentí mejor, ya me estaba inscribiendo en la siguiente Allianz 15K. Y me prometí a mí mismo aprender a entrenar y a no volver a sufrir en una prueba, esto debía ser un hobbie para disfrutar con mi familia y mis amigos.
Durante el año 2012 entrene fuertemente, ya tenía varios amigos con los que entrenaba constantemente y llego una prueba de 21 km en junio de ese año patrocinada por RunnersLab, Ascenso a Chingaza. Y hasta ese día no había comprendido lo que era duro; subir desde los 2600 m a los 4000 msnm y conocer a un montón de personajes que harían que cambiara mi percepción de lo que significaba entrenar para una prueba y lo que significaba el sacrificio y la berraquera. Ese día conocí a Paola Fierro, Luis Lindarte, Alexander Urdaneta, Andrés Urdaneta, Francis Pardo, entre otros, monstruos que me inspiraron, a pesar de que sufrí considerablemente para terminar la prueba. Y fue así como seguí entrenando, en septiembre de 2012 corro la media maratón de Medellín y logro bajar de las 2 horas (1:58:55) y posteriormente me uno a los Sunday Run programados por RunnersLab y participo en mi segunda maratón en Miami con un tiempo de 4:16:02, prueba en la que termine como un lulo y más feliz que marrano estrenando lazo. Y ese día decido que voy a correr la Maratón de Nueva York. Llego a Bogotá, me inscribo en Nueva York, y en los entrenos de RunnersLab conozco a un gran amigo: Javier Canon, quien me invita a unirme al team Miles & Smiles, dirigido por el coach Alexander Obando. Allí conozco a amigos entrañables, Javier, Boris, Bulla, Evert, Claudia, Clarita, Pao, Caro, Marcela, el Tocayo y por ultimo a Will. Amigos de verdad verdad. Entreno juicioso todo el año 2013 y aparece una voz de alerta sobre el ritmo de mis entrenos; faltando 2 semanas para viajar a NY me aparece una pequeña lesión en un gemelo, que me hizo pensar que podría pasarme lo mismo que en Los Ángeles, sin embargo, por cosas del destino conozco a mi ahora amiga Katty Castillo, quien a la fecha es mi fisio de cabecera, me saca la lesión y corro NY logrando mi objetivo de bajar las 4 horas: 3:56:50. Ahora era completamente feliz.
Desde ese momento, decido que voy a correr las maratones más importantes del mundo y que debo bajar mi registro para poder correr algún día el maratón de Boston. En enero de 2014 corro nuevamente la media maratón de Miami donde hice mi mejor registro en media maratón (1:43:02); en abril de 2014 corro en Paris (3:43:25), en septiembre de 2014 corro Berlín (3:37:15), en febrero de 2015 corro la media maratón de Austin (1:47:15), a los ocho días corro el maratón de Tokio (3:37:21) y en octubre de 2015 corro el maratón de Chicago con mi mejor marca 3:35:08. Para ese entonces, mis amigos de Miles & Smiles han migrado a otras latitudes, ya por cuestiones de trabajo, ya por cuestiones familiares, situación que hizo que empezara a entrenar de forma regular con otros grandes amigos que también conocí en los Sunday Run de RunnersLab y es asi que nace Firerunners Colombia, grupo que se gesta un domingo de septiembre de 2014, ocho días antes del maratón de Berlin. Juank, Mario, Darío, Carlitos, Juanma, Polanco, Héctor, Katamaran, Julio (mi sobrino), Eduardo y Fernando conforma conmigo el grupo inicial, el cual ha venido creciendo con la incorporación de Moni, Pao, Henry, Enrique, Miguel y Will; personajes que junto a mis antiguos amigos de Miles & Smiles han hecho posible que durante 3 años consecutivos haya podido entrenar para las 8 maratones y unas cuantas carreras más a las cuales me he enfrentado. También hay otros personajes como Mario Mesa y Nicolás Santos que me han inspirado en continuar con el sueño de seguir participando en las mejores competencias del mundo. Y si hablamos de entrenadores, durante la transición entre Miles & Smiles y Firerunners, personajes como Alexander Urdaneta fueron claves para poder entender como entrenar sin lesionarme y logrando bajar mis tiempos, y por ultimo Mauricio Ladino, marquista Colombiano, quien ha creído en mí y en mi firme decisión de que algún día lograre la marca para Boston.
Pero en la vida no todo es color de rosa y exactamente un mes después de haber participado en Chicago 2015 sucede en mi vida un quiebre, muere mi único hijo a la edad de 18 años. Tal vez las personas piensen que este tipo de experiencias terminan por acabarle a uno su vida y la verdad no están lejos de la realidad, pero definitivamente Dios había encaminado mi vida para prepararme para este, mi mayor reto, sanar y seguir creyendo en lo Divino y en lo humano. Y como parte de esta sanación aparte de mi amada esposa, mi familia, mi trabajo, estaba el running, con mis grandes amigos, las interminables y agotadoras jornadas de entrenamiento, los deliciosos desayunos dominicales, las amenas lecturas del whatsapp que se pueden leer todos los días, desde el primero que sale a entrenar a las 4 a.m. hasta el último que llega del trabajo a su casa a descansar. Por este motivo nunca pensé en abortar la prueba número 8, Londres, la cual no supe como la entrene, pero si supe como la aborde el pasado 24 de abril de 2016, cuando a la largada simplemente le dedique a Dios y a la memoria de mi hijo este esfuerzo; no fue mi mejor tiempo, pero estoy completamente seguro que fue mi mejor carrera, llena de recuerdos, llena de satisfacción y de entrega, cruzando la meta en 03:50:00. Y como siempre, mi amada esposa junto a mí, apoyándome y dándome la fuerza para seguir adelante.
Sea este el espacio para darle gracias a Dios, a la vida, a mi esposa, a mi familia, a mis amigos runners, a mis otros amigos, a todos los que han hecho posible que hoy haya corrido más de 10.000 km entre entrenamientos y competencias, una locura que la verdad hace 6 años no me hubiera imaginado.
JORGE DUARTE