David y Goliath - Fredy Arias
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Mi corazón retumbaba tan fuerte que creía que todas las personas a mi alrededor lo escuchaban, latía muy rápido y trataba de controlarlo con una respiración suave y pausada, me puse las gafas de sol, y no propiamente por el clima pues fue un día fresco y toldado sino mas bien para evitar que mis ojos descubrieran el nerviosismo que tenía en ese momento, y no era para menos, estaba parado en la línea de salida de la carrera con los mejores fondistas colombianos; entre ellos Herder Vasquez quien para esa época y hasta hoy es mi héroe del atletismo, además de Jacinto López, Alvaro Neuta y algunos atletas peruanos, mexicanos y ecuatorianos.
Juan Ramón Pérez Rosas, medico veterinario y eterno amante del deporte del atletismo fue quien desde los 12 años me sumergió en el maravilloso mundo de las carreras a pie, de él recibí una invitación a participar en la X carrera Internacional Ciudad de Paz de Ariporo, en el departamento del Casanare (Colombia), la prueba se llevaría a cabo el domingo 10 de noviembre de 1996.
Con todo el entusiasmo preparé el viaje desde el viernes anterior, siempre contando con el apoyo invaluable de la Clínica Meta empresa en la que trabajo y quien ha sido el más importante patrocinador de mi carrera deportiva. El viaje por tierra fue largo y difícil, casi 10 horas tardé para llegar desde Villavicencio hasta la bella ciudad de Paz de Ariporo donde mi amigo me esperaba, salimos apresurados a la sede de la organización para realizar mi respectiva inscripción y fue allí donde recibí la gran noticia que tenia que participar en la categoría élite por ser de otro departamento y no en la aficionada que era la que me correspondía pues en esa época era un novato sin experiencia en competencias nacionales.
No recuerdo haber podido dormir veinte minutos seguidos la noche anterior de la carrera, el calor, la ansiedad y el fuerte sonido de la pólvora que explotaba en el parque principal del pueblo me lo impidieron.
A las 6 a.m. el desayuno y a las 9 a.m. David contra Goliath no en el Valle de Ela, sino en un circuito de 2.5 km durante 5 eternas vueltas; el pistoletazo despertó todos mis sentidos, recibiendo una lluvia de codazos de todos aquellos super atletas que se disputaban desde el inicio la punta de la carrera, la imagen como en cámara lenta de Herder quien pareciese como si no tocara con sus pies aquellas polvorientas calles y la de sus compañeros de equipo quienes lo rodearon hasta llevarlo a la meta. Pasado mi primer giro me tranquilice y entendí que no podía ir al ritmo de ellos pues reventaría mis piernas y no terminaría la prueba, me regulé y llegue en el puesto 18 obteniendo podio, premio en efectivo y la satisfacción de haber luchado contra Goliath, y aunque no terminó como la verdadera historia, David no le ganó, pero lo disfrutó.
Esa fue mi primera prueba de alto nivel competitivo, y el inicio de una larga carrera deportiva, luego vinieron juegos departamentales, nacionales, un montón de maratones y dos campeonatos suramericanos de los cuales en el primero obtuve medalla de plata en los 5000 metros.
Aún hoy antes de salir en una carrera siento que mi corazón retumba y que todo el mundo lo escucha, como si se quisiera salir… EL DIA QUE NO SIENTA ESO, DEJARE DE CORRER ¡¡¡
Fredy Arias Urueña
Villavicencio (Colombia)