El running cambio mi vida - Alexander Diaza
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La historia de Alexander Diaza.
EL COMIENZO EN EL DEPORTE
En 2008 decidí hacer ciclismo, porque me gustaba mucho y dure 3 años sin ver resultados, todos me veían quedar rezagado en muchas carreras.
En la preparación específica, (que consta de gimnasio, escaleras, caminatas etc) a todos les ganaba por mucho cuando se trataba de correr o subir escaleras, por ello cada año me decian que me fuera para atletismo hasta que a finales de 2010 tome la decisión de convertirme en atleta.
CONVERTIDO EN ATLETA
A comienzos de 2011, tome mis primeros entrenos como atleta, en los cuales tuve una sensación de depresión al no poder estar con mis antiguos compañeros de carretera. Poco a poco me fui adaptando a mi nuevo deporte, pero conté con tropiezos que me tuvieron un paso atrás de alcanzar el nivel óptimo de rendimiento, como una luxación de codo en marzo, intoxicación por comida en junio y una lesión de periostitis tibial que apareció en septiembre y tardo 2 meses su recuperación. Por tal motivo no estuve en buenas condiciones para las carreras de Diciembre.
LA CARRERA (MEDIA MARATON DE BOGOTA)
ANTES
En enero del presente año (2012), había fijado un objetivo del año, el cual era la media maratón de Bogotá, algo que le prometí a una persona muy especial para mi que está en el cielo, le prometí que la iba a terminar y hacer el mejor tiempo que estuviera a mi alcance en su memoria. Junto con mi entrenador Fernando Torres, nos programamos con el plan de entrenamiento para enfrentar este reto, en el cual aspiraba en hacer un tiempo de 1:15 para los 21 km.
La preparación comenzó con el festival atlético en Fusagasugá Cundinamarca, en donde corrí los 10.000 m y los 5.000 m en los que hice sexto y séptimo lugar respectivamente. A partir de este evento comencé a sentirme bien y teniendo un nivel ascendente.
Al poco tiempo comencé a viajar hacia los llanos orientales a entrenar en ese lugar por motivos familiares, y venía a Bogotá cada 15 días a visitar mi familia principal y a entrenar en altura aunque también en el llano es bueno entrenar. Al poco tiempo en mayo competí en la carrera Allianz 15 k como preparación en la cual todo iba por buen camino porque tuve un registro de 56:05 (tiempo de chip). Para ese entonces tenía buenas expectativas sobre mi objetivo.
Faltando un mes y medio para la carrera tuve una lesión de tendinitis aquilea, pero no fue motivo para dejar los entrenamientos porque continué haciendo la parte cardiovascular sobre la bicicleta y la fuerza en el gimnasio. Faltando 2 semanas para la carrera ya pude comenzar a trotar y hacer trabajos de intensidad para poder correr “suelto”, algo que funcionó y me sentí con un nivel bueno, no el que esperaba desde un principio pero sabía que tenía con que hacer por lo menos un registro de 1:16 para los 21 km.
Ya a unos pocos días mi familia estaba esperanzada en que lograra mi objetivo y por supuesto yo también lo estaba, junto con mi entrenador mis compañeros de atletismo de Soacha y mis amigos.
DÍA DE LA CARRERA
En la madrugada, tome un desayuno de pastas, proteína en leche y zumo de naranja para llegar liviano y con buena energía para correr. Aliste todo lo puse en mi morral y me dirigí hacia el parque Simón Bolívar, no recuerdo bien la hora llegue, pero luego de que permitieron el ingreso a la plazoleta me senté en la grama, puse un poco de música para inspiración más o menos por unos 20 minutos, luego de eso fui a cambiarme para ir a calentar. El calentamiento fue de 40 minutos y fue entonces cuando llamaron para dar la salida hacia el sitio de largada donde me ubique al frente del grupo mayoritario.
Faltando unos minutos para la arrancada me di la bendición y recordé esa persona por la cual estaba allí. Sonó la señal de partida accioné mi monitor de entrenamiento y pensé “ya todo depende de mí”. El primer km lo hice en 3:26, luego me di cuenta que me sentía incluso andando a un paso por debajo de la marca que aspiraba, el segundo km registro 3:32 y dije este es el paso, así fueron parecidos los tiempos de los kilómetros 3 y 4 registrando 3:31 y 3:32 respectivamente. Pero luego en el km 5 surgió lo inesperado, había regresado la lesión de tendinitis aquilea y todo se volteo en contra mía. Pero mi objetivo seguía siendo el mismo a pesar de que reduje el pasó a causa del dolor no pensé ni siquiera un segundo en abandonar y continué.
El cuerpo siempre busca acoplarse a la posición que le sea más cómodo inconscientemente. Sin darme cuenta comencé a dar la zancada normal con la pierna izquierda pero más corta con la pierna derecha que era la que tenía la lesión y aún así el dolor se incrementaba con el paso de los kilómetros, pero yo lo seguía aguantando pensando en la memoria de esa persona (mi abuelo que fue un verdadero padre para mí). Por el paso del km 14 comencé a darme cuenta del problema de la zancada, que por eso comencé a rezagarme aún más de lo que estaba por hacer más esfuerzo con la pierna izquierda que la derecha (no se si alcancen a observar en la imagen anterior que la pierna izquierda se ve un poco más grande que la otra).
Del km 17 al 21 hice un promedio de 4:03 por km por lo mal que ya iba, no estaba concentrado casi en el tiempo ya, sino en aguantar ese dolor para poder terminar esa carrera y no fallar.
Apenas vi el reloj de llegada se me aguaron los ojos y rematé con todo lo que pude y al pasar la meta dije mentalmente te lo cumplí y gracias Dios por permitírmelo.
DESPUES
Al terminar me dirigí cojeando por la lesión hacia la zona de hidratación, solo quedó estirar, cambiarme y dirigirme hacia mi casa por una recuperación que tardaría 20 días hasta desaparecer la tendinitis.
A partir de ese día me he convertido en una persona más fuerte no solo en el deporte sino también en la vida me ha cambiado casi por completo este reto.
Luego de ello solo he competido en Soacha 15k en la cual me fue bien posición 20 y tres carreras de montaña Junin, Santandercito y Nocaima que fue el pasado dos de diciembre, Coincidencialmente en la última ocupe la sexta posición. Esa carrera me sirvió de fortaleza mental para soportar el dolor en las carreras de montaña increíblemente. Estoy muy satisfecho con esa carrera y no me arrepiento de lo que hice aún sabiendo que esa lesión me hubiese podido sacar del atletismo de por vida, sé que fue por una buena causa y Dios lo quiso así.
Espero el otro año seguir bajando el registro en la media maratón de Bogotá y llegar a ser el mejor algún día.
Alexander Diaza