Media Maratón en Medellín - Jorge Duarte
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La historia de Jorge Duarte en la Maratón de las Flores 2012.
A pesar de ya haber corrido una 5K, ocho 10K, tres medias maratones y una maratón completa, esta media maratón se convirtió en un reto interesante ya que me había propuesto bajar mi última marca de 2:03:40 lograda en la última media maratón de Bogotá. De hecho, quería bajar mi marca por debajo de las 2 horas. Viaje a Medellín acompañado de mi esposa, quien, a pesar de no entrenar lo suficiente, cuando me acompañó a retirar el kit se interesó en participar en la competencia de 5K (para ella era la segunda, en mayo pasado corrió la carrera de la mujer de Nike).
Lamentablemente, la primera impresión al llegar al sitio de largada no fue la mejor. No había suficientes baños y poder ingresar a uno de ellos se tornó en una verdadera tortura. Lo bueno fue que la competencia empezó a tiempo y al depositar mi botella de agua vacía, no sé por qué pensé: “Debí haber traído mi kit de hidratación”, sin embargo pensé enseguida que los sitios de avituallamiento estarían muy bien instalados y con la suficiente agua para sortear la competencia.
Cual sorpresa me llevé en el primer punto de hidratación, los runners parecíamos fieras tratando de “entrar” prácticamente en una carpa donde tres niñas apenas daban abasto para llenar con una manguera unos vasos de cartón. Calculé, una vez pude salir de la maraña de personas, una pérdida de al menos 30 segundos, con lo cual pensé, si esto va a continuar así no voy a poder lograr la marca esperada en la ciudad de la eterna primavera.
Mayor sorpresa fue ver que a medida que pasaban los kilómetros, el calor aumentaba y no aparecían los avituallamientos indicados en la guía de la competencia. Ya sobre el kilómetro 7 (Avenida Colombia), comencé a pensar en comprar al menos una bolsa de agua, pero sólo aparecían abiertas una barberías. Más adelante, casi llegando al almacén Éxito, encontré una tienda de barrio abierta donde pedí dos bolsas de agua, que por motivos de cambio, me costaron $10.000 y donde perdí al menos otro minuto. Inmediatamente me tomé media bolsa (iba completamente seco) cuando una compañera de competencia me pidió que le diera agua para lo cual le entregué la bolsa ya abierta con la mitad de su preciado líquido.Así continuamos por un recorrido sinuoso y ondulado, con pendientes cortas pero duras y con el sol abrasador de media mañana, el cual se fue tornando más fuerte, especialmente al pasar por el kilómetro 15, hasta donde sólo había contado tres sitios de hidratación que preferí no utilizar para no perder más tiempo.
En el kilómetro 17 ya había consumido la totalidad de la segunda bolsa que había comprado, cuando apareció un muchacho que controlaba la ruta de la carrera con una bolsa de agua HELADA en su mano, creo que funcionó más mi cara de angustia ya que sin pensarlo me regaló el combustible que me serviría para poder tomar fuerzas y comenzar una carrera contra el tiempo, donde los tres últimos kilómetros los corrí en menos de 15 minutos, aprovechando que el terreno era en bajada y logrando parar mi cronómetro en 1:55:20 y con respecto al tiempo pistola en 1:59:13 !!!!!!! LO HABÍA LOGRADO.
Definitivamente, ha sido mí mejor media maratón desde todo punto de vista, ya que logré mi mejor tiempo, con un gran problema de hidratación y además, mi esposa corrió la 5K en un tiempo de 40 minutos, mejorando también su marca de mayo pasado. Atrás quedaron todos los problemas de logística de una carrera con un recorrido exigente pero muy bueno y con un clima excepcional.
Jorge Duarte