CORRE, que se que no hay corazón al que no le guste correr - Jaime Trillos
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Eran las 3 de la mañana y mi amigo Charlie y yo nos disponíamos a tomar el bus de regreso a Bogotá, a solo 5 horas para la carrera y con los pies algo cansados de tanto bailar.
Pensaran ustedes, - que perniciosos irse de rumba antes de una carrera o quizá sean de los q amablemente sirven en los puntos de hidratación ! Pues no... Íbamos camino a CORRER con toda, la Maratón Trail Merrell 2014 Guatavita .... Y la maratón literal, 42k. Catalogada como la mejor carrera de Trail el año pasado.... Y bailamos toda la noche porque ese mismo mes caímos en cuenta que nuestro mejor amigo se casaba precisamente ese fin de semana, acontecimiento imperdible, a estos milagros no se puede faltar ! Así que nuestra Maratón comenzó realmente el Sábado al medio día; cuando terminando de trabajar y hacer nuestras cosas desde muy temprano, salimos hacia Villavicencio a tan anhelada boda... Con una sola cosa en nuestra cabeza y en nuestro corazón... El amor a correr y el compromiso con nosotros mismos de llegar a la meta en Guatavita, pasando por encima de cualquier cantidad de obstáculos y tentaciones para abandonar y decir - el otro año será - Pero nooo... La idea es la meta. Así que decidimos con la ayuda de nuestros corazones y nuestra cabeza emprender un reto que jamás se olvidara, porque la satisfacción de correr en medio de las montañas y paisajes Colombianos, no tiene precio, y hay que vivirlo para sentirlo.
Ya eran las 12 am, mi amigo Charlie me dice que mejor ya nos quedaramos, que era muy complejo ya el tema. Y en parte tenía razón, estábamos en una hacienda a las afueras de Villavo a kilómetros de distancia de Guatavita, sin carros, taxis o algo por el estilo, solo milagros por esperar ! Pero un fuego ardió en mi panza y nos recordó que debíamos seguir adelante y hasta el final, y fue así como, eso si después de bailar como locos y estar amañadisimos, nos escapamos cosa difícil pues muchos hasta le apostaban a que no seriamos capaces. Después del súper matrimonio, nos esperaban cuatro buses diferentes, diferentes horas de la madrugada-mañana, donde también salen mil historias para contar. Fue así como parando en la Boyacá a las 6am, en la calle 170 a las 6:40am, en el cruce de la carretera por que no conseguimos directos, 7:15, para llegar a Guatavita a las 7:40am.
Con 20 minutos para cambiarnos, desayunar alguito, (en mi caso empanada con café), y ponernos en la pista de partida, listos para correr 42 locos kilómetros y solo con el corazón y la cabeza....
Conclusión, salimos después de mucho meditar y dormir 3 horas (niños no lo repitan en la casa) a disfrutar de la magnitud de la creación hecha paisajes, laguna, la laguna!, quebradas, millones de verdes mezclados unos con otros y millones de flores y sus dolorosas espinas que puyaban como los alambres de púas cuando no calculas bien. Y con un reto enorme, por que hasta ese momento no sabía lo que iba a ser semejante hazaña. Y lo digo porque, el cansancio era extremo, los dolores por momentos insoportables, en donde mi cabeza ratos me decía – Por qué bailaste tanto ???. Pero la fuerza, la fuerza del amor que llevamos por dentro en esos momentos, la inspiración de estar corriendo contra ti mismo o contra tu propio tiempo para superar tus miedos y depurar tus paradigmas haciendo que llegues a niveles más altos espiritual y físicamente para cada día sentirte mejor, es algo que te mantiene vivo y con entusiasmo constante corriendo lo más rápido que puedes. Aunque ese corriendo en ocasiones se convierte en gateo, si gateo, como bebe, y dando gritos de auxilio al cielo para que te manden la fuerza para poder seguir y llegar... Nada más bello que correr, nada más bello que los paisajes de nuestro bello país.
El amor a nosotros mismos, que es el amor que nos lleva a amar a los demás siendo esta la regla #1 de " este hermoso juego que se llama vivir " como dice una amiga que cumplió ese día. Ese amor me hizo llegar, para mí, milagrosamente en el puesto #27 de la carrera, Dios que alegría! Nunca había entrenado tal distancia, pero si quiero decirles, que en la vida nada es imposible, y lo que muchos ven como imposible, debemos hacerlo posible si es jalado por nuestro corazón, CORRE, que se que no hay corazón al que no le guste correr. Y si gateas, grita al cielo y pide la fuerza para seguir y llegar y sabes que? Llegas. Gracias Merrell 2014.
Jaime Trillos.