Como correr una ilusión y hacerla un sueño - Ricardo Méndez
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La ilusión es una esperanza sin fundamento y ahora que tengo 47 años y que me he dado cuenta que he corrido por diversión y me tranquiliza interiormente, pienso unas veces en todas las carreras en que he participado solo y en otras que he corrido acompañado de amigos de diversas edades, razas y nacionalidades. Algunos sean ido, otros nos han enseñado y no se vuelven a ver, regalándonos su fuerza de voluntad y enseñándonos a participar con lesiones, enfermedades o en sillas de ruedas; no son solo chapulines colorados, chavos o superhéroes, hay juventudes en ambos grupos y son tercera edad que debemos admirar, solo de ellos hemos aprendido, saludos a los que sonríen como: John Jairo Pinzón.
Estas son las modalidades del atletismo en las que yo he participado y solo he corrido 42 k y 21k, Trial aficionado de 12km y 16km y el Ascenso Vertical desde el año: 2005, además de algunas carreras de 10k Nike, Reebok y empresarial; este es el atletismo.
Antes participaba en competencias de Natación y Fútbol pero no me daban el obsequio de superarme de forma individual y lograr fortalecer mi voluntad desde una sola meta correr y no buscaba figurar. Solo obtuve en Diciembre del 2002 en Bogotá, una figuración, luego lo intente repetir hasta que el 25 de Octubre de 2014 en la Carrera Atlética Internacional de Soacha pude volver a lograrlo y mi satisfacción fue ver la competencia en las grabaciones de la carrera por Claro Sports canal 503 con mis hijos.
Para un aficionado nada mal, he aprendido que con poco dinero y muchas ganas se conquistan muros, pero no siempre todo es bueno, hay lesiones de tipo muscular, molestias articulares y cambios físicos; además diferentes climas fuertes sol, lluvia y combinados con frio y calor. Este día fue lluvia fuerte y con una bolsa blanca que conseguí recorte un cortavientos a manera de capa en la foto se observa sobre mis hombros unas hombreras y debajo la camiseta blanca de la Media Maratón de Bogotá 2014, esta fue la tercera vez que corría esta distancia de 21 k sin paradas y corriendo continuo hasta la meta y finalizarla.
Pero continuamos y solo se compara a mis primeros 42 km fueron extraños entrene un año y no fue fácil correr en la Maratón del Dorado 2004 Bogotá desde HomeCenter Av. 26 hasta Universidad Nacional y regresar para una nueva vuelta cansado en el km 30 empezaba a sentir la fatiga y me di cuenta que estaba sobreentrenado y los descansos con recuperación no fueron los adecuados, al km 37 deje de correr y termine caminando extenuado.
No sentía calambres ni sed sino un cansancio en la espalda y los hombros, aunque había dormido bien y comido excelentemente, el calzado era adecuado, no pensé en que podía cansarme al correr y presentar molestias desde el kilómetro 30 y 31, mi mente me hacía seguir adelante y el cuerpo dejo de responder, él decía no más y tuve que escuchar.
Después modifique mi forma de entrenar y descansar; dos años después regrese para volverla a correr y logre acabarla en 4h 31minutos 05segundos, nada mal para volverme un aficionado a las carreras atléticas. Si la vuelvo a correr sé que debo entrenar sin presunciones, esto es empezar a soñar y volver a pensar la carrera para realizarla; por lo cual, ya podemos dormir tranquilos.
Con el tiempo pensé en prepararme con diferentes tipos de terreno y distancias, la más habitual era 10km y participe en la 15k Allianz y luego 21k de la Media Bogotá.
Finalmente, en 2004 participe en la Torre Colpatria con un tiempo de 13minutos 35 segundos y hoy 8 de Diciembre de 2017 logre un tiempo de 9minutos 25segundos 4centesimas, por lo cual, la constancia vence todo, inclusive el reloj.
Llegue relajado y realice calistenia unos minutos, me hidrate lo suficiente y desayune suave, al momento de la carrera en Bogotá el clima era cálido y suave, bastante agradable. Antes del día de la carrera dormí bien y me alimente liviano, así en la competencia participe y empecé a correr y subí 13 pisos con rapidez desde el piso 28 mantuve mi ritmo y ascendía escalón por escalón y escalones 2 a 1 con ritmo continuo en el piso 34 sentí cansancio habitual y termine la carrera con algo de sudor.
No hay nada como insistir y sonreír por los objetivos y metas superadas, pues, se disfrutan más y no se debe decir no tengo patrocinio, ni entrenador, ni sueños de ser profesional, solo se debe pensar en tener templanza y continuar con agallas esta prueba y la siguiente.
Pero hay un aspecto más que se debe tener en cuenta diferente a la familia, las carreras y las metas, es Dios y la fe que debemos al entrenar, es reconocer que competimos para nosotros mismos y para otros para su beneficio, son nuestros hijos y las nuevas generaciones de Bogotá. Recuerda que es posible conocer a Dios, cuando al correr oramos para llegar a nuestra meta de carrera y nuestro próximo objetivo vencer las tormentas internas para ser un buen deportista.
No olvidemos orar y reír para lograr esa paciencia al entrenar, ya que si el dinero nos da satisfacción y nos permite participar, también es una herramienta de Dios lograda por su mano.
Ahora me despido de todos los que lean estas palabras sueltas de mi experiencia en el Atletismo y de la alegría de un corazón agradecido.
Ricardo Méndez Castellanos